La Basílica de San Pedro Sobre la colina del Vaticano, en Roma, se encuentra la Basílica de San Pedro. Hoy en día es un maravilloso edificio, meta de los peregrinos, un símbolo del Estado Vaticano, el centro del catolicismo, el lugar de las celebraciones papales. La Basílica tiene mucha historia. Debajo de ella hay un cementerio llamado necrópolis; los arqueólogos piensan que aquí fue enterrado San Pedro. El emperador Constantino quiso construir sobre la necrópolis y sobre la tumba de Pedro una basílica para honrar al apóstol.A través de los siglos, la basílica de Constantino fue enriquecida y ampliada por muchos arquitectos y artistas, hasta llegar al edificio que hoy podemos admirar. La Basílica de San Pedro es uno de los edificios más grandes del mundo: su superficie es como la de tres campos de fútbol, alrededor de 23.000 metros cuadrados. La Basílica se divide en tres pasillos principales, llamados naves; la nave central contiene el altar (altar papal): debajo de él, bajo tierra, está la Tumba de Pedro y encima de él está la gran cúpula.La cúpula de San Pedro es el símbolo de la Basílica Vaticana. Tiene una forma ojival, es decir, como un rueda escachada que despunta hacia arriba. La cúpula está formada por un tambor y por una linterna: el tambor es una pared circular con 16 ventanas rectangulares. La linterna, se llama así porque tiene la función de iluminar la cúpula. En la punta de la linterna hay una bola con una cruz, símbolo de la universalidad del Cristianismo. En el interior, la cúpula está decorada con mosaicos e imágenes sagradas.