Todos tenemos un padre. A veces nos regaña, nos controla o nos parece que es demasiado estricto con nosotros, pero luego lo echamos mucho de menos y cuando desgraciadamente no está presente la vida de los hijos no va bien.
El papá - dijo el Papa Francisco – nos transmite un corazón sabio, es decir, lo que es realmente importante en la vida. Su presencia nos transmite cercanía, dulzura y firmeza al mismo tiempo. Como el conocido padre del Evangelio que, al ver a su hijo crecer y escaparse de casa, lo espera con paciencia y lo perdona de todo corazón. Por este motivo debemos honrar a nuestro papá.
Cuando Jesús nos contó cómo pensaba y hablaba con Dios eligió la palabra "Abba, Papá" y nos enseñó el Padre Nuestro. Tú también podrías seguir la propuesta del Papa Francisco ’por qué no le pides a tu papá que te explique esta oración?
Por lo tanto, lo más necesario, es lo siguiente: que el padre esté presente en la familia.
Que esté cerca de sus hijos en su crecimiento: cuando juegan y cuando se aplican, cuando están despreocupados y cuando están preocupados, cuando hablan y cuando están en silencio, cuando son valientes y cuando tienen miedo, cuando hacen un paso en falso y cuando vuelven a encontrar el camino.