¡Por fin el Papa Francisco también habló de los niños!
’Sabéis lo que dijo? Que sois importantes porque confiáis en mamá y en papá y no tenéis miedo de depender de ellos. Al Papa le gusta mucho vuestra manera llena de confianza de ver el mundo, le gusta que digáis con simplicidad lo que pensáis, vuestra capacidad (el Papa dice que los mayores ya no saben hacerlo) para sonreír y llorar, el cariño que dais y recibís.
Como los niños son un regalo precioso para todos los hombres, el Papa Francisco ha sido muy duro con aquellos que rechazan y abandonan a los niños, con los que les niegan la comida, la casa, incluso la escuela (os tendríais que acordar siempre, cuando no os apetece ir a la escuela, de los muchos niños que no pueden estudiar y jugar con sus amigos). ¡Una sociedad sin niños es, según el Papa, triste y gris!
Dios no tiene dificultad para hacerse entender por los niños, y los niños no tienen problemas para comprender a Dios.
Cada niño marginado, abandonado, que vive en la calle mendigando y con todo tipo de expedientes, sin escuela, sin atenciones médicas, es un grito que se eleva a Dios. ¡Pero a ninguno de estos niños los olvida el Padre que está en los cielos! ¡Ninguna de sus lágrimas se pierde!