’Sabéis lo que piensa el Papa de dos jóvenes que se casan por la Iglesia? ¡Que son muy valientes!
Confían tanto en el amor que Dios les tiene a ellos y a cada persona, que quieren amarse entre ellos de la misma manera; el uno le dice al otro: "¡quiero amarte como Jesús nos ama!". A pesar de que son frágiles, quizás jóvenes y sin experiencia, saben que amar como Jesús (de manera fiel, para siempre, dando la vida) es el secreto de su amor, un gran misterio que hay que realizar.
A Jesús le debía gustar mucho el matrimonio ya que, recordó el Papa, eligió hacer su primer milagro durante unas bodas que iban a terminar mal. Con Jesús, cada uno de nosotros, la iglesia y la sociedad, todos, estamos llamados a apoyar y ayudar a los esposos en su vida en común, sobre todo cuando hay problemas y estos problemas hacen que los que más sufran sean los niños. Todos los días le encomendamos a Jesús nuestros padres, su amor y nuestra familia.
La ruta está de este modo marcada para siempre, es la ruta del amor:
se ama como ama Dios, para siempre.
Queridos hermanos y hermanas, no tengamos miedo de invitar a Jesús a la fiesta de bodas, de invitarlo a nuestra casa, para que esté con nosotros y proteja a la familia. Y no tengamos miedo de invitar también a su madre María.