Tres palabras Muchas veces el Papa habla a las familias de tres pequeñas palabras para construir día a día una vida más hermosa. La primera es "permiso": no es sólo una cuestión de buena educación - dice el Papa - sino un signo de atención hacia los demás, una manera de expresar nuestro cariño y nuestro amor a nuestros padres y hermanos. Incluso el mismo Jesús llama a nuestra puerta, pide permiso y espera pacientemente a que le abramos.
La segunda palabra es "gracias" y aquí el Papa se pone muy duro y serio: ¡ay de nosotros si no aprendemos a ser agradecidos, a decir gracias, a reconocer el bien que nos hacemos los unos a los otros en familia! ’Tú, cuántas veces dices "gracias" a mamá y papá por todo lo que te dan?
Por último, la tercera palabra es "perdón". El Papa sabe que es una palabra difícil de decir, pero nos recuerda que es necesaria si queremos aplacar el mal con el bien. Tal vez por eso Jesús quiso recordar el perdón en el Padre Nuestro. ’Recuerdas? "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".
Un cristiano que no sabe dar gracias es alguien que ha olvidado el lenguaje de Dios.
’Y cómo debo hacer las paces? ’Ponerme de rodillas? ¡No! Sólo un pequeño gesto, algo pequeño y vuelve la armonía familiar. Basta una caricia, sin palabras. Pero nunca terminar el día en familia sin hacer las paces.