’Habéis visto a las parejas de novios que van de la mano por la calle y se dan besos en los bancos? El Papa también habló de ellos. Dijo que son muy afortunados porque al estar juntos aprenden, día tras día y con mucha paciencia, a conocerse, amarse, sorprenderse el uno al otro y a construir juntos una vida y un matrimonio a la manera de Jesús.
Ser novios en serio es una experiencia tan hermosa y tan intensa que en el libro del profeta Oseas - recordó el Papa - el noviazgo es la imagen con la que se describe la relación entre Dios y su pueblo. En la televisión dos están juntos sólo porque se gustan un poco y a menudo se dejan poco tiempo después, pero en la vida real, cuando aprendemos a amarnos unos a otros como Dios lo hace, ser novios significa realizar juntos un camino hermoso, serio y exigente. Es por eso que el Papa pidió a todos que rezaran por las parejas de novios. ’Quieres rezar por ellos también tú?
El noviazgo es un itinerario de vida que debe madurar como la fruta, es un camino de maduración en el amor, hasta el momento que se convierte en matrimonio.
Es un bonito compromiso, y el amor mismo lo requiere, porque no es sólo una felicidad despreocupada, una emoción encantada...