’Sabéis quién inventó las fiestas? Dios. Después de haber creado todo descansó al ver todas las cosas hermosas que había hecho. La fiesta - explicó el Papa - no es para tumbarse en el sofá todo el día o para hacer el tonto, sino para reconocer los muchos dones que hemos recibido (la familia, los amigos) y para dar gracias por todo esto, incluso cuando algo no va bien y estamos un poco tristes. ¡Celebrar las fiestas es muy bueno!
Por este motivo el día preferido de Dios es el domingo, cuando recordamos juntos lo que Jesús ha hecho por nosotros y descubrimos que somos libres y no esclavos, ni siquiera del trabajo, de la escuela o de cualquier otra actividad que probablemente toma toda nuestra vida.
El Papa Francisco ha dedicado su último pensamiento a los muchos niños que son tratados como esclavos, condenados a trabajos muy duros y humillantes, sin tener nunca un día de descanso. Dijo que esto es un acto que va en contra de Dios.
¡Qué bonitas son las fiestas en familia, son bellísimas! Y en particular la del domingo.
No es casualidad que las fiestas en las que hay sitio para toda la familia son aquellas que salen mejor.
Por tanto, la fiesta es un precioso regalo de Dios; un precioso regalo que Dios ha hecho a la familia humana: ¡no lo estropeemos!