El sábado fue un día bastante especial: me levanté a las seis de la mañana, me vestí y me encontré con mis amigos. Luego, el autobús nos llevó hasta el estadio olímpico, dónde juega el Lacio, ¡pero nosotros no fuimos allí para ver un partido! Caminando llegamos a una iglesia en la que nos explicaron lo que teníamos que hacer ese día: ¡simplemente participar en el Jubileo de los adolescentes!
El Jubileo es el evento más esperado por los cristianos, es como cuando se espera la Navidad. Durante el año del Jubileo, gracias a los tres signos fundamentales (el paso a través de la Puerta Santa, la Confesión y la Eucaristía), se obtiene la indulgencia, es decir, el perdón de todos los pecados cometidos. ¡Es como una oportunidad para conseguir un asiento en primera fila para el concierto de Jesús en el Paraíso! Para cumplir los tres signos fundamentales fuimos a San Pedro y pasamos a través de la Puerta Santa que se abre, es increíble, cada 25 años. Sin embargo, este año el Papa Francisco ha proclamado un jubileo extraordinario de la misericordia, ¡así que no hemos tenido que esperar todos esos años para verla abierta!
Luego nos confesamos y también vimos al Papa que confesaba a otros chicos y chicas como nosotros. Para finalizar el día, asistimos a un concierto en el estadio olímpico con muchos cantantes y muchos testimonios hermosos. ¡Fue un día fantástico, inolvidable que nos ha unido muchísimo a todos nosotros y desearía que también vosotros lo experimentarais durante el próximo Jubileo!