No sólo "flores, vestidos y fotos", sino mucho más. De esta manera definió las bodas el Papa Francisco, hablando, en la audiencia de hoy en la plaza de San Pedro, de la belleza del matrimonio cristiano. El amor entre los esposos, dijo citando a San Pablo, "es la imagen del amor entre Cristo y la Iglesia". "Una dignidad impensable", comentó el Papa añadiendo que esta analogía aunque "imperfecta" tiene un "sentido espiritual " "elevadísimo y revolucionario ", pero al mismo tiempo," a la mano de cada hombre y mujer que se encomienda a la gracia de Dios". Dirigiéndose a los esposos presentes en la plaza, el Papa Francisco recordó que, como dice la Carta a los Efesios, deben amar a sus esposas "como a sus propio cuerpo" y que el sacramento del matrimonio es "un gran acto de fe y de amor". La Iglesia misma, añadió, "participa plenamente en la historia de cada matrimonio cristiano: se edifica sobre sus éxitos y padece con sus fracasos". Por lo tanto, “la decisión de casarse en el Señor - continuó - también contiene una dimensión misionera "," Efectivamente las parejas cristianas participan, en cuanto esposos en la misión de la Iglesia. ¡Y se necesita valentía para eso, eh! Por eso cuando yo saludo a los recién casados, digo: “¡He aquí los valientes!” Porque se necesita valentía para amarse así, como Cristo ama a la Iglesia. La celebración del sacramento - dijo - no puede dejar fuera esta corresponsabilidad de la vida familiar en lo relacionado con la gran misión de amor de la Iglesia. Y así la vida de la Iglesia se enriquece cada vez más de la belleza de esta alianza matrimonial, como también se empobrece cada vez que es desfigurada".