El noviazgo fue el tema abordado en la audiencia general del 27 de mayo por el Papa Francisco. Un camino juntos, trabajo artesanal, renuncia al "todo e inmediatamente", lectura de un clásico italiano como "I promessi sposi", participación a los cursos pre-matrimoniales : el Santo Padre tocó todos estos puntos.
"El noviazgo tiene que ver con la confianza, la familiaridad, la confiabilidad. Confianza con la vocación que Dios dona, porque el matrimonio es, antes que nada, el descubrimiento de una llamada de Dios. Ciertamente es algo bello que hoy los jóvenes puedan elegir casarse sobre la base de un amor recíproco. Pero la libertad del vínculo requiere una armonía consciente de la decisión, no sólo un simple entendimiento de la atracción o del sentimiento, de un momento, de un tiempo breve… requiere un camino". De esta manera el Papa Francisco, durante la audiencia general del 27 de mayo, comenzó su XVI catequesis sobre la familia, dedicada por completo al estado de vida prematrimonial.
Para el Santo Padre el noviazgo es un momento de la vida en el que dos personas están llamadas a "realizar un trabajo bello sobre el amor, un trabajo partícipe y compartido, que va en profundidad. Se descubre poco a poco el uno al otro, es decir, el hombre ‘aprende’ acerca de la mujer aprendiendo de esta mujer, su novia; y la mujer ‘aprende’ acerca del hombre de este hombre, su novio. No subestimemos la importancia de este aprendizaje: es un compromiso bello, y el mismo amor lo solicita, porque no es solamente una felicidad despreocupada, una emoción encantada… ". En realidad se trata de "una alianza artesanal. Hacer de dos vidas una vida sola, es también casi un milagro, un milagro de la libertad y del corazón, confiado a la fe. Debemos quizá comprometernos más sobre este punto, porque nuestras ‘coordinadas sentimentales’ se han ido un poco en confusión. Quien pretende de querer todo e inmediatamente, después cede también sobre todo - y de inmediato - en la primera dificultad (o en la primera ocasión). No hay esperanza para la confianza y la fidelidad de la donación de sí mismo, si prevalece el hábito a consumir el amor como una especie de ‘suplemento alimenticio’ del bienestar psico-físico. ¡El amor no es esto!"
Después de proponer a los jóvenes la lectura de "I promessi sposi" cómo ayuda durante el noviazgo, y haber elogiado los cursillos prematrimoniales como "una expresión especial de la preparación" al matrimonio, el Papa Francisco subrayó que el Señor utiliza las mismas palabras que un novio cuando en el Antiguo Testamento habla a su pueblo - " Yo te desposaré para siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el amor y la misericordia; te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor "(Os 2,21-22) – invitando a los novios a que mediten y luego se digan entre sí estos dos versículos del Libro de Oseas.