El vínculo entre la familia y la comunidad cristiana fue el tema abordado por el Papa Francisco en la audiencia general de hoy en la Plaza de San Pedro. Si "los grandes acontecimientos de las potencias mundanas se escriben en los libros de historia, y ahí se quedan" la historia de los afectos humanos, dijo el Papa: "se escribe directamente en el corazón de Dios" y "permanece para siempre. Éste es – prosiguió - el lugar de la vida, y de la fe. La familia es el lugar de nuestra iniciación – insustituible, indeleble – a esta historia".
El Papa Francisco ha definido como "indispensable reavivar la alianza entre la familia y la comunidad cristiana. Podríamos decir –explicó- que la familia y la parroquia son los dos lugares en los que se realiza la comunión de amor que tiene su fuente última en Dios mismo. Una Iglesia verdaderamente según el Evangelio solo puede parecerse a una casa acogedora, con las puertas siempre abiertas”, de lo contrario “¡no se pueden llamar iglesias, hay que llamarlas museos!” Una alianza, entre la comunidad cristiana y la familia, que el Papa considera "crucial contra los ‘centros de poder’ ideológicos, financieros y políticos, ”tenemos nuestras esperanzas en estos centros de poder? ¡No! ¡Centros de amor! ¡Nuestra esperanza está en estos centros de amor!".
Para tener éxito en esta labor es necesario que las familias tomen la iniciativa y se sientan responsables de aportar sus valiosos dones a la comunidad, y por su parte, la comunidad tendrá que "superar actitudes demasiado directivas y demasiado funcionales, favoreciendo el dialogo interpersonal y el conocimiento y la estima reciproca".
