Hasta el miércoles, 16 de septiembre, más de cuarenta obispos del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa reunidos en Galilea abordarán los desafíos que afronta la Iglesia en Europa, en el transcurso de un encuentro- peregrinación en el que meditarán sobre la persona de Jesús en varios santuarios de Galilea y de Palestina (Jerusalén y Belén).
El 11 de septiembre, el cardenal Peter Erdő, presidente de la CCEE, dio comienzo a la sesión explicando que la asamblea se ha reunido en Tierra Santa para "redescubrir la fuente de nuestra identidad como pueblo de Dios y nuestra misión de sucesores de los apóstoles, enviados para dar testimonio del encuentro con el rostro misericordioso del Padre, que es el mismo Jesús".
El obispo italiano Giuseppe Lazzarotto leyó el mensaje enviado por el Papa Francisco al episcopado europeo. El Papa ha encomendado a sus oraciones "el próximo Sínodo General, para que la Iglesia pueda responder cada vez más rápida y generosamente a las necesidades de la familia". El Papa dijo que esperaba que "el tiempo transcurrido juntos" pueda ser ante todo "un tiempo fuerte de oración y de solidaridad" y que su "descanso en el Señor" pueda, "reavivar la frescura del Evangelio, del que "brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual "(Evangelii Gaudium, 11)".
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