La primera Semana nacional por la vida y la familia en Canadá, del 12 al 19 de mayo, ha sido promovida por el Organismo católico para la vid ay la familia (Ocvf), fundado por la Conferencia episcopal de Canadá, junto con el Consejo supremo de los Caballeros de Colón, para «promover una cultura de la vida que respete plenamente la dimensión espiritual de la existencia humana y la suprema dignidad de la persona, creada a imagen de Dios». La iniciativa se inserta en el programa pastoral "Construir una cultura de la vida y de la familia en Canadá", del Episcopado canadiense en 2011, como preparación al año de la Fe 2013, convocado por Benedicto XVI.

 

Entre los actos organizados ha estado la marcha para frenar la selección de los nacimientos en función del sexo, que se ha celebrado en Ottawa, Canadá, el jueves 9 de mayo.

 

El aborto selectivo por discriminación sexual es un fenómeno extendido en China e India, con millones de hijas asesinadas antes de nacer o cuyo nacimiento no es declarado, y por lo tanto están privadas de toda protección. Pero la selección en función del sexo se va difundiendo también en países supuestamente civilizados, gracias a las nuevas tecnologías de diagnóstico prenatal que permiten conocer el sexo del feto. Incluso en Canadá, el Organismo católico para la vida y la familia declara que cada año en el país se registran cien mil abortos y crece el número de los abortos selectivos sobre mujeres. «La causa de la vida vencerá sólo cuando hayamos creado una cultura que respete la dignidad y el valor de cada vida humana, al margen de su sexo. Una cultura de la vida reconocer un valor igual a cada vida humana», se lee en un mensaje de la Ocvf con motivo de la marcha. El aborto indiscriminado − afirman los organizantes − no encuentra el consenso de la mayoría de la población, pero continúa practicándose «en medio del silencio y la indiferencia general».

 

Según el Osservatore Romano, una reciente estadística del Gobierno indio de 2012, aunque muestra una disminución de la selección de nacimientos en función del sexo, confirma que han aumentado los crímenes de los que son víctimas las niñas, más aún que el número de agresiones contra los menores en general. En 2011, tres millones de niñas indias desaparecieron sin dejar rastro.

En China, los datos son aún más inquietantes. Según el Ministerio de Sanidad chino, los abortos selectivos han sobrepasado los 300 millones en los últimos cuarenta años, unos 8 millones al año. Más de mil neonatos son dejados morir en las calles.