Son 150 mil los partecipantes en la Peregrinación de las Familias a la Tumba de San Pedro, promovido por el Pontificio Consejo para la Familia en Roma, con el Papa Francisco, el sábado 26 y el domingo 27 de octubre próximos. Se trata del «primer encuentro oficial del Papa Bergoglio con las familias del mundo». La noticia ha sido dada el jueves 10 de octubre durante la Rueda de Prensa en la Sala de Prensa de la Santa Sede, para presentar la iniciativa junto a las otras actividades en curso promovidas por el Dicasterio: El Convenio Internacional "Nuevos horizontes antropológicos y derechos de la familia", que se celebrará el jueves 24 de octubre en Roma, en la Domus Pacis (Via di Torre Rossa 94); el número especial de "Familia et Vita" en itlaiano y español, que recoge 35 intervenciones y homilías sobre los temas de Familia y Vida del entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos aires, en los años entre 1999 hasta la elección al solio pontificio, en 2013.
 

Han intervenido: el Presidente del Dicasterio, mons. Vincenzo Paglia; el Secretario, mons. Jean Laffitte; el subsecretario, mons. Carlos Simón Vázquez; el jefe de oficina y director de "Familia et Vita", padre Gianfranco Grieco O.F.M.
 

El proyecto de la Peregrinación -ha referido mons. Simón Vázquez- fue propuesto en marzo de 2012 por el Comité organizador del Año de la Fe. El tema central, titulado: "¡Familia, vive la alegría de la fe!", pretende expresar la dinámica del caminar juntos. «La peregrinación es una imagen de la vida cristiana. Somos todos peregrinos, partimos de diversos lugares y situaciones existencias y biográficas, recorriendo el camino de la fe que nos lleva a encontrarnos como familias. Y este recorrido está ligado a la alegría cristiana, que se concilia con el dolor y los afanes de la vida, en un caminar juntos iluminados por la fe ("Lumen Fidei" 52) y por los testimonios de los que han encarnado y encarnan en su existencia el don ofrecido por Dios». La Peregrinación es a la Tumba de Pedro, porque -explica el subsecretario- «se lleva a cabo a la luz de la vida de fe del apóstol Pedro: de su vocación, de Pedro en familia, en su trabajo de pescador, Pedro primer pontífice y mártir». Con Pedro, las familias se encaminarán en la vía de Jesús testimoniando la belleza y la alegría de la fe, en el «misterio del amor, que es la raíz del misterio de Dios. ”Qué significa amar en la familia hoy? Puede significar unir y reconciliar, educar y transmitir, elegir y decidir, fiarse y esperar, con alegría».
 

Al presentar la Conferencia "Nuevos horizontes antropológicos y derechos de la familia", el jueves 24 de octubre, en el ámbito de la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la familia y con motivo del XXXº aniversario de la Carta de los Derechos de la Familia, solicitando una numerosa participación, mons. Laffitte ha puesto de manifiesto cómo los derechos de la familia se encuentran entre los "derechos inviolables de la persona", en cuanto «la familia pertenece a la identidad misma de la persona, es su extensión, el lugar de la plena realización personal, y es sujeto de derechos que preceden al reconocimiento jurídico del Estado, más aún, que son su fundamento. Cuando la Iglesia reflexiona sobre los derechos de la familia, participa en la inteligibilidad y consolidación del bien común, preocupación que comparte con todos los hombres de buena voluntad», ha dicho el Secretario.
 

«El rostro del nuevo Papa, bien conocido en su tierra argentina y en América Latina, tenía necesidad de ser conocido mejor y amado también por la pasión cultural y pastoral desarrollada durante su ministerio episcopal en Buenos Aires y en el ámbito de la Conferencia Episcopal de América Latina y el Caribe», ha dicho el padre Grieco, que ha dado gracias al Instituto de Matrimonio y Familia de la Universidad Católica Argentina por el apoyo al número especial de "Familia et Vita" dedicado al Papa Francisco, por profundizar en el pensamiento teológico, pastoral y cultural, con «su Sapientia cordis, basada en un conocimiento existencial de los problemas que desafían hoy a la Iglesia y al mundo post-moderno». «El Papa Francisco habla hoy como lo hacía ayer el cardenal Bergoglio. Conceptos claros, inmediatos y directos, que sensibilizan los corazones, turban las conciencias adormecidas y estimulan la inteligencia. Esto, nos parece, es su itinerario cultural: se parte del corazón para cambiar la conciencia, provocando la inteligencia y la razón», ha afirmado el padre Griego. «Una luz que ilumina toda la búsqueda y la exposición del pensamiento de Bergoglio: el documento de Aparecida 2007». Entre los temas que han surgido desde los primeros días de su Pontificado, «la relación familia-niños y ancianos». «Basta revisar el índice del volumen, para comprender la actualidad y nivel de los contenidos -añade el jefe de oficina-. son temas de ayer que retornar también hoy, en la predicación cotidiana evangélica y franciscana del Papa Bergoglio: la cultura del diálogo y del encuentro; el tener cuidado del otro; la escuela como lugar de cordial acogida; la urgencia de re-orientar la política en una línea de creatividad; abrir y alargar el corazón; llenarse de esperanza. No faltan las respuestas a temas descontados: eutanasia y aborto; matrimonio; divorcio y matrimonio entre personas del mismo sexo. No falta la nota mariana, en los textos que se refieren a la Virgen de Luján patrona de la nación argentina-, a la cual miran con afecto y ánimo grato los hijos devotos».
 

El Presidente ha expresado en nombre del Dicasterio y de las familias que participarán en la Peregrinación la alegría de estar junto al Papa Francisco en los dos días del evento en San Pedro y también durante la Plenaria, haciéndose embajadores, junto a las familias, de la alegría del Papa de estar con ellos, siempre, en comunión con Dios. Para mons. Paglia, «la familia está en el centro de las preocupaciones, de la atención y del interés de la Iglesia y de la sociedad, como testimonia la elección de este tema para el Sínodo extraordinario elegido por el Papa Francisco. La familia es el camino obligado de hoy y para el futuro, que nos convoca a todos con una responsabilidad compartida».