Se les dedican muchas poesías, pero "sin embargo no se les escucha ni se les ayuda en la vida cotidiana, no son lo suficientemente consideradas en su papel central de la sociedad". El Papa Francisco, hoy, en su catequesis sobre la familia, catequesis que preparan el sínodo del próximo mes de octubre, ha hablado de la figura de la madre. A menudo, dijo el Papa Francisco, "se abusa de la disponibilidad que las madres tienen para sacrificarse por sus hijos para ‘ahorrar ‘gastos sociales", e incluso en la comunidad cristiana sucede que "la madre no siempre recibe lo que le corresponde y además no se les escucha lo suficiente" . Sin embargo, las madres "deberían ser más escuchadas: debemos entender cuál es su lucha diaria, una continua lucha para poder ser eficaces en el trabajo al mismo tiempo que cariñosas y atentas en la familia; se necesita entender mejor a lo que aspiran para expresar los mejores y auténtico frutos de su emancipación: una madre con hijos tiene siempre problemas, siempre tiene trabajo ". "Recuerdo – añadía el Papa Francisco - en casa, éramos cinco y mientras uno hacia una de las suyas el otro ya estaba pensando en hacer otra, y nuestra pobre madre iba de un sitio a otro, sin embargo era feliz. Nos dio tanto. Las madres- dijo el Papa - son el antídoto más potente contra la propagación del individualismo egoísta: individuo quiere decir ‘que no se puede dividir’. Las madres se ‘dividen', desde el momento en que dan a luz un hijo al mundo y lo acompañan en su crecimiento ".
En su catequesis, el Papa citó al arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero, quien dijo que las madres viven un "martirio materno", y al final de la audiencia animó a las parejas de "recién casados" diciéndoles: "Yo digo que sois unos valientes – proseguía el Papa - porque se necesita valor para casarse, ¡muy bien! ". Una sociedad sin madres, dijo el Papa, "sería una sociedad inhumana, porque las madres siempre saben cómo dar testimonio, incluso en los peores momentos, de la ternura, de la dedicación, de la fuerza moral" y "sin madres, no sólo no habría nuevos creyentes, sino que además la fe perdería gran parte de su sencilla y profunda calidez ". El Papa concluyó su catequesis con un triple gracias: "Nosotros no somos huérfanos, tenemos una madre, la Virgen María, la Madre Iglesia y nuestra mamá."