En una entrevista concedida a I.Media, Monseñor Laffitte habla de la anulación del matrimonio, de la preparación de los novios para recibir el sacramento del matrimonio y del Sínodo
Los trabajos del último Sínodo y los retos que ha de abordar el próximo Sínodo en el mes de octubre, el pensamiento del Papa Francisco sobre los procesos de anulación del matrimonio, la preparación al matrimonio de los futuros esposos: estos son algunos de los temas abordados por el Secretario del Pontificio Consejo para la Familia, monseñor Jean Laffitte, en una entrevista concedida hace unos días a la agencia francesa I.Media.
"El derecho de la Iglesia siempre ha establecido - dijo monseñor Laffitte en una pasaje particularmente significativo - que no hay matrimonio posible entre dos bautizados sino el sacramental. Esto significa que la persona bautizada puede legítimamente pedir el sacramento a la Iglesia. Pero hay una contradicción al pedir un sacramento y al mismo tiempo permanecer indiferente a lo que es el sacramento o, dicho de otra manera aún más sencilla, al hecho de ser un bautizado. Esta postura requiere que los pastores consideren la forma en que van a dar el sacramento y la preparación de los novios al matrimonio. El hecho de no tener fe ’invalida el sacramento administrado? La respuesta es ‘no’: en sí misma, la falta de fe no quita el hecho de que el único matrimonio posible entre dos bautizados sea el matrimonio sacramental. Al contrario, entre los motivos de anulación de un matrimonio sacramental, se encuentra el de no adherir con las llamadas "propiedades esenciales del matrimonio" (unidad, indisolubilidad) ".