El Papa Francisco, en la audiencia, habla sobre la familia e invita a todos a rezar por el Sínodo
"Una etapa un poco especial" y "una pausa de oración". Es así como el Papa Francisco definió la audiencia de esta mañana en el Aula Pablo VI, recordando que hoy se celebra la Anunciación: un anuncio que "nos muestra qué profundo es el misterio de la Encarnación, así como Dios lo ha querido, que comprende no solamente la concepción en el vientre de la madre, sino también la acogida en una verdadera familia". Después de haber invitado a todos a rezar un Ave María, la reflexión del Papa se centró en la encíclica "Evangelium Vitae", firmada por San Juan Pablo II el 25 de marzo hace veinte años, que "nos recuerda que la pareja humana ha sido bendecida por Dios desde el principio para formar una comunidad de amor y de vida, a la que ha sido confiada la misión de la procreación". La Iglesia, por su parte, "se compromete solemnemente a cuidar a la familia que nace, como un don de Dios para su propia vida, en las buenas y en las malas: el vínculo entre la Iglesia y la familia es sagrado e inviolable. La Iglesia, como madre, nunca abandona la familia, aun cuando esta está abatida, herida y mortificada de tantas maneras. Ni siquiera cuando cae en el pecado, o se aleja de la Iglesia; siempre hará de todo para tratar de curarla y de sanarla, para invitarla a la conversión y para reconciliarla con el Señor".
El Papa ha vuelto a pedir la oración por el Sínodo de los Obispos sobre la familia solicitando que este compromiso dure hasta el próximo mes de octubre, tiempo en el que tendrá lugar la asamblea sinodal ordinaria dedicada a la familia. Quisiera, dijo, "que esta oración, al igual que todo el camino sinodal, esté animada por la compasión del Buen Pastor por su rebaño, especialmente por las personas y familias que por diversos motivos están «cansadas y abatidas, como ovejas que no tienen pastor» (Mt 9,36)". "Les pido que por favor no hagan faltar su oración. Todos - el Papa, Cardenales, Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos - todos estamos llamados a rezar por el Sínodo. De esto hay necesidad, ¡no de habladurías! Invito a rezar también a cuantos se sienten alejados, o que ya no están acostumbrados a hacerlo. Esta oración por el Sínodo sobre la familia es por el bien de todos".