La carta pastoral del obispo de Gozo, Mario Grech, sobre el Evangelio de la sexualidad
Parte del "deseo de realización" que habita "en el corazón de cada uno", ésta es una reflexión que Monseñor Mario Grech, obispo de Gozo, hace en su carta pastoral sobre el tema "El amor bello. El Evangelio de la sexualidad", cuya escritura tiene como raíz los resultados del cuestionario, en preparación para el Sínodo de octubre.
Es "muy sabido", escribe el prelado, que el hombre "no puede vivir sin amor". "Por su propia naturaleza una relación sexual debería ser uno de los aspectos del diálogo de amor entre una pareja: el amor y la sexualidad son dimensiones nobles y hermosas de la humanidad, ya que reflejan la expresión de lo que somos". Tal vez, continua monseñor Grech, "necesitamos establecer el vínculo entre ‘el amor bello’ y la sexualidad". Según un estudio nacional realizado por "Dar Guzeppa Debono", continúa, "resulta que, en general, el comportamiento sexual desordenado, de moda entre nuestros adolescentes, es un síntoma de la falta de amor que experimentan. La falta de amor en la familia, en las escuelas y en la sociedad, se traduce en algunos adolescentes en la sensación de una vida sin metas, con, en el corazón, la nostalgia de amor". "A través del mensaje de Cristo - escribe el obispo - la Iglesia mira la grandeza del hombre y afronta la misión de ayudar a los adolescentes y jóvenes a creer más en sí mismos para convertir sus deseos en realidad. [...] Para llevar a cabo esta misión debemos ser protagonistas en la educación sexual de nuestros hijos". Cuando la educación sexual "sólo proporciona conocimientos científicos y técnicos, ignorando los aspectos psicológicos, emocionales, sociales y espirituales de la doctrina, es incompleta. Es necesaria la información científica, pero debe estar integrada con otros aspectos importantes, de modo que todas las informaciones se integren en el cuadro general de la compleja dinámica de la sexualidad".