La audiencia del Papa sobre el matrimonio: "enlace entre el hombre y la mujer bendecido por Dios desde la creación"
Hizo referencia a las bodas de Caná y "al libro del Génesis, cuando Dios termina la obra de la creación y realiza su obra maestra". La obra maestra, subrayó, "es el hombre y la mujer. Y aquí Jesús comienza sus milagros con esta obra maestra, en un matrimonio, en una fiesta de bodas: un hombre y una mujer. Así que Jesús nos enseña que la obra maestra de la sociedad es la familia: ¡el hombre y la mujer que se aman! Esto es una obra maestra". Estas fueron, las palabras pronunciadas por el Papa Francisco esta mañana en la Plaza de San Pedro durante la audiencia dedicada al designio de Dios para la pareja hombre-mujer.
Desde los tiempos de Caná, donde Jesús "no sólo participó en el matrimonio, sino que ‘salvó la fiesta’ con el milagro del vino", continuó el Papa Francisco, "muchas cosas han cambiado, pero el ‘signo’ de Cristo contiene un mensaje siempre actual". Sin embargo, hoy "los jóvenes no quieren casarse, en muchos Países aumenta el número de separaciones, y disminuye el número de hijos". Que además, son las primeras víctimas de las separaciones: "Si uno experimenta desde pequeño que el matrimonio es un vínculo "a tiempo determinado", inconscientemente será siempre así también para él. [...] Es la cultura de lo provisorio ... todo es provisorio, parece que no hay nada definitivo". Según el Papa la gente ya no se casa "no sólo por las dificultades económicas, aunque éstas son realmente serias", ni tampoco por los cambios que se han producido en las últimas décadas, "puestos en marcha a partir de la emancipación de la mujer". "En realidad - dijo – a casi todos los hombres y mujeres les gustaría una seguridad afectiva estable, un matrimonio sólido y una familia feliz", pero "tal vez el miedo al fracaso es el mayor obstáculo para recibir la palabra de Cristo, que promete Su gracia a la unión conyugal y a la familia". Sin embargo, el "testimonio más convincente de la bendición del matrimonio cristiano - dijo - es la bonita vida de los esposos cristianos y de las familias. ¡No hay mejor manera de transmitir la belleza del sacramento! El matrimonio consagrado por Dios preserva el vínculo entre el hombre y la mujer que Dios bendijo desde la creación del mundo; y es una fuente de paz y de bien para toda la vida, conyugal y familiar. [...] La semilla cristiana de la igualdad radical entre los cónyuges ahora debe producir nuevos frutos. El testimonio de la dignidad social del matrimonio llegará a ser persuasivo por este camino", el camino del testimonio que atrae, el camino de la reciprocidad entre ambos, de la complementariedad entre ambos. Los cristianos, añadió el Papa, dirigiéndose finalmente a los peregrinos italianos presentes en la plaza, "cuando se casan ‘en el Señor’, se convierten en un signo eficaz del amor de Dios. Los cristianos no se casan sólo para ellos: Se casan en el Señor, en nombre de toda la comunidad, de toda la sociedad".