En Quebec se está celebrando la Semana Nacional de la Familia con el tema "Reconciliar familia y trabajo". Dicha Semana finalizará el domingo
"Valorizar y apoyar a la familia por su contribución específica y de gran valor para la sociedad" y ayudar a todas las familias que tienen dificultades a "conciliar las responsabilidades propias con las profesionales", "especialmente las mujeres que tienen un trabajo precario, para las que compaginar el trabajo y la familia no es una opción, sino una prueba de las dolorosas repercusiones". En estos puntos hace hincapié la Iglesia de Quebec en un mensaje emitido con motivo de la Semana Nacional de la Familia, que comenzó el domingo 11, y terminará el domingo 17 de mayo. Esta Semana tiene como tema central "Reconciliar familia y trabajo". Los Obispos locales subrayan que "la familia tiene una misión que le es propia: estar al servicio de sus miembros, de su desarrollo, de la vida; la familia tiene derechos, y tiene, por lo tanto, necesidad de apoyo y garantías para poder ejercerlos".
Es en este contexto que "la conciliación del trabajo y de la familia no es un problema meramente individual, sino de toda la sociedad, que debe hacer todo lo posible para que las familias puedan realizar su misión". A la luz de estos elementos, según los obispos, la misión de la familia, que en estos días se celebra a través de eventos centrados en los temas de la Reunión Mundial de las Familias en Milán en 2012, "no sólo está dirigida a los niños pequeños, sino también a los adolescentes, que necesitan una supervisión más discreta, pero no por ello menos atenta; a los adultos jóvenes, que cada vez tardan más tiempo en dejar el hogar familiar y tienen dificultad en encontrar su camino; familiares de edad avanzada, que pierden su autonomía y requieren atención ". Finalmente, los obispos subrayaron que "la búsqueda de políticas y soluciones para conciliar familia y trabajo pueden ayudar a la comunidad a tomar conciencia de la amplitud, de la belleza y de las necesidades sociales de la familia en su misión". Cristo, concluyen, "apoya a todos aquellos que quieren hacer de Quebec un paraíso para las familias" y "el Espíritu Santo nos exhorta cada día a que allanemos el camino para las familias".