En Bratislava, los obispos de Europa central y oriental reflexionaron sobre la pastoral familiar
"Expresamos nuestro más sincero agradecimiento a todas las familias de fieles, en las que los valores del Evangelio se viven con honestidad y son transmitidos a las generaciones futuras. Esto es esencial, porque si destruimos la familia, la sociedad misma será destruida ". Esto es lo que los obispos de Europa Central y Oriental escriben , al día siguiente de la reunión internacional que se celebró en Bratislava y que contó con la participación de obispos de Lituania, Croacia, Ucrania, República Checa, Hungría, Polonia, Bielorrusia y Eslovaquia. Los prelados rezan para que el próximo Sínodo de los obispos aporte una nueva luz a la pastoral de las familias.
En su mensaje, los obispos comunicaron que son conscientes del hecho de que "bajo la fuerte influencia de la secularización, el matrimonio y la familia se enfrentan a varios retos, como consecuencia de los grandes cambios culturales y sociales que se han producido sobre todo en las últimas décadas. Podemos ver que en nuestros países dolorosamente marcados por el comunismo, hay muchas familias monoparentales, muchos niños nacidos fuera del matrimonio, un gran número de católicos divorciados. Un creciente número de parejas que viven juntas sin casarse ni civil ni canónicamente ". Durante la reunión en Bratislava se formuló una propuesta, explicando que "se sugiere la formación sistemática de las parejas y las familias, no sólo en el período previo a la boda, sino también durante toda la vida, ya sea con la ayuda de los sacerdotes, de los movimientos familiares o con la ayuda de familias cristianas maduras”.