El Papa en la audiencia sobre la familia: "Es casi un milagro que, también en la pobreza, la familia continúa formándose"
Entre los "muchos problemas que ponen a prueba la familia", el Papa Francisco hoy en su audiencia en la Plaza de San Pedro se ha detenido en la pobreza, dirigiendo su atención en un primer momento a las muchas familias que "pueblan las periferias de las megalópolis, también las zonas rurales". Para agravar la situación, prosiguió el Papa: "en algunos lugares llega también la guerra", "la madre de todas las pobrezas" que "empobrece a la familia" y es "una gran depredadora de vidas, de almas, y de los afectos más sagrados y más queridos". El Papa Francisco mostró que, a pesar de todo, hay "muchas familias pobres que con dignidad buscan conducir su vida cotidiana, a menudo confiando abiertamente en la bendición de Dios". En este sentido, "es casi un milagro que, también en la pobreza, la familia continúa formándose, e incluso que hasta conserve --como puede-- la humanidad especial de sus uniones. [...] Tendremos que arrodillarnos delante de estas familias, que son una verdadera escuela de humanidad que salva las sociedades de la barbarie".
La economía actual, "a menudo se ha especializado en el goce de bienestar individual", según el Papa Francisco “practica ampliamente la explotación de las uniones familiares” de modo que "el inmenso trabajo de la familia no aparece en los balances" además "la formación interior de la persona y la circulación social de los afectos tienen precisamente allí su pilar". Nosotros, los cristianos, "tenemos que estar cada vez más cerca de las familias que están a prueba por la pobreza", pues cuando la familia sufre "las uniones se debilitan". A estos factores materiales, continuó el Papa Francisco, “se añade el daño causado a la familia por los pseudo-modelos, difundidos por los medios de comunicación basados en el consumismo y el culto del aparentar, que afectan a las clases sociales más pobres e incrementan la desintegración de las uniones familiares". La Iglesia, que "es madre", "no debe olvidar este drama de sus hijos", y además, dijo el Papa: "También ella debe ser pobre, para hacerse fecunda y responder a tanta miseria. Una Iglesia pobre es una Iglesia que practica une sencillez voluntaria en la propia vida --en sus instituciones, en el estilo de vida de sus miembros-- para abatir cada muro de separación, sobre todo de los pobres. Es necesaria - concluyó - la oración y la acción".