La misión de la Iglesia en las palabras del Papa Francisco en la misa de apertura del Sínodo: "No señala con el dedo sino que acoge"
En la homilía de apertura del Sínodo de los Obispos, el Papa Francisco se ha centrado en tres temas principales, el drama de la soledad, el amor entre el hombre y la mujer y la familia, que además eran los temas a los que hacían referencia las lecturas bíblicas del día. Hablando de la soledad, el Papa se detuvo en "los ancianos abandonados incluso por sus seres queridos y sus propios hijos; en los viudos y viudas; en tantos hombres y mujeres dejados por su propia esposa y por su propio marido; en tantas personas que de hecho se sienten solas, no comprendidas y no escuchadas; en los emigrantes y los refugiados que huyen de la guerra y la persecución; y en tantos jóvenes víctimas de la cultura del consumo, del usar y tirar, y de la cultura del descarte". Como eco a la primera Lectura, el Papa mostró cual es "el sueño de Dios para su criatura predilecta: verla realizada en la unión de amor entre hombre y mujer; feliz en el camino común, fecunda en la donación recíproca. [...]Esto significa que el objetivo de la vida conyugal no es sólo vivir juntos, sino también amarse para siempre".
En cuanto al matrimonio, "para Dios no es una utopía de adolescente, sino un sueño sin el cual su creatura estará destinada a la soledad. En efecto el miedo de unirse a este proyecto paraliza el corazón humano. Paradójicamente también el hombre de hoy –que con frecuencia ridiculiza este plan– permanece atraído y fascinado por todo amor autentico, por todo amor sólido, por todo amor fecundo, por todo amor fiel y perpetuo. Lo vemos ir tras los amores temporales, pero sueña el amor autentico; corre tras los placeres de la carne, pero desea la entrega total”. En un contexto social y matrimonial "bastante difícil" la Iglesia, prosiguió el Papa, "está llamada a vivir su misión en la fidelidad, en la verdad y en la caridad". En la fidelidad “para defender el amor fiel” en la "sacralidad de la vida" y en "la indisolubilidad del vínculo conyugal"; en la verdad "que no señala con el dedo para juzgar a los demás, sino que -fiel a su naturaleza como madre – se siente en el deber de buscar y curar a las parejas heridas con el aceite de la acogida y de la misericordia; de ser «hospital de campo», con las puertas abiertas para acoger a quien llama pidiendo ayuda y apoyo; aún más, de salir del propio recinto hacia los demás con amor verdadero, para caminar con la humanidad herida, para incluirla y conducirla a la fuente de salvación. Una Iglesia–concluyó- que educa al amor autentico, capaz de alejar de la soledad, sin olvidar su misión de buen samaritano de la humanidad herida”.
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Apertura del Sinodo dei Vescovi sulla Famiglia 2015
Relazione introduttiva al Sinodo sulla Famiglia
Conferenza stampa sulla prima sessione dei lavori del Sinodo sulla famiglia
Veglia di preghiera per il Sinodo sulla Famiglia
Santa Messa per l‘apertura del Sinodo sulla Famiglia