El Papa Francisco en su catequesis: "Si miramos a los niños con los ojos de Jesús podemos verdaderamente entender en qué sentido, defendiendo a la familia, protegemos a la humanidad"
Los niños fueron los protagonistas de la catequesis del Papa en la audiencia general de hoy en la plaza de San Pedro. "Nosotros los adultos hablamos de los niños como una promesa de la vida - dijo el Papa Francisco -. Todos decimos: los niños son una promesa de la vida. Y también fácilmente nos conmovemos diciendo que los jóvenes son nuestro futuro. Es verdad. Pero me pregunto, a veces ¡si somos también serios con su futuro! Con el futuro de los niños, con el futuro de los jóvenes. Una pregunta que debemos hacernos más a menudo es esta: ’Qué tan leales somos con las promesas que hacemos a los niños, trayéndolos a nuestro mundo? Nosotros los hacemos venir al mundo y esta es una promesa. ’Qué le prometemos a ellos?".
Las "promesas de base", "acogida y cuidado, cercanía y atención, confianza y esperanza", se pueden resumir en la palabra "amor". Esta palabra "es la promesa que el hombre y la mujer hacen a cada hijo: desde que es concebido en el pensamiento. Los niños vienen al mundo y esperan tener confirmación de esta promesa: lo esperan en modo total, confiado, indefenso. Basta mirarlos: en todas las etnias, en todas las culturas, ¡en todas las condiciones de vida! Cuando sucede lo contrario, los niños son heridos por un “escándalo”, por un escándalo insoportable, más grave, en cuanto no tienen los medios para descifrarlo. No pueden entender qué cosa sucede. Dios vigila sobre esta promesa, desde el primer instante [...]¡Ay de aquellos que traicionan la confianza, ay! Su confiado abandono a nuestra promesa, que nos compromete desde el primer instante, nos juzga". El Papa seguidamente agregó que la "espontánea confianza" que los niños han puesto en Dios "no debería de ser nunca herida, sobre todo cuando eso ocurre con motivo de una cierta presunción (más o menos inconsciente) de ocupar el lugar de Dios. La tierna y misteriosa relación de Dios con el alma de los niños no debería ser nunca violada. Es una relación real que Dios quiere y que Dios cuida. El niño está listo desde el nacimiento para sentirse amado por Dios, está listo para esto. Apenas está en grado de sentirse que es amado por sí mismo, un hijo siente también que hay un Dios que ama los niños". "Sólo si miramos los niños con los ojos de Jesús - concluyó - podemos verdaderamente entender en qué sentido, defendiendo a la familia, protegemos a la humanidad! El punto de vista de los niños es el punto de vista del Hijo de Dios".