La asociación Encuentros para Parejas Casadas organizó un seminario para todos sus responsables de Europa del Este con el objetivo de ayudar cada vez mejor a los matrimonios con dificultades
Se llevó a cabo en los últimos días, en Baranovichi, Bielorrusia, el seminario internacional para los responsables de la asociación Encuentros para Parejas Casadas (Encounters of Married Couples), "Los matrimonios en crisis en los Encuentros para Parejas Casadas". 55 personas – responsables provenientes de los centros Encuentros para Parejas Casadas de Bielorrusia, Lituania, Letonia, Polonia y Ucrania, así como también de la asociación Encuentros para Parejas Casadas de la Iglesia Ortodoxa de San Petersburgo, Rusia - se reunieron en la casa de los sacerdotes del Verbo Divino de la misma ciudad para perfeccionar su preparación en el acompañamiento de los matrimonios heridos.
Tuvo lugar un intercambio de experiencias con las parejas en crisis que están en contacto con la asociación. Los participantes del seminario analizaron las nuevas situaciones características de los matrimonios en crisis. Hablaron de las competencias que incumben a los responsables y de sus límites. Así mismo, se prestó atención al problema del acompañamiento de los matrimonios en crisis y se hizo hincapié en la importancia de no proponerles respuestas ya hechas e intentar resolver los problemas en su lugar. En el transcurso del encuentro - dirigido por Irena y Jerzy Grzybowski, de Polonia, fundadores y guías durante muchos años de la asociación Encuentros para Parejas Casadas – se habló del itinerario que, con un alto porcentaje de éxito, conduce a las parejas a realizar ejercicios espirituales. Se subrayó igualmente la influencia negativa que ejercen los síndromes de comportamiento provocados por las familias disfuncionales, así como las trágicas consecuencias de la depresión y de la adicción al sexo en el vinculo matrimonial y en los hijos, sobre todo en los hijos de alcohólicos. A su vez, el matrimonio Grzybowski, presentó el método adecuado para llevar una conversación personal, por teléfono o por correo, con las personas afectadas por una crisis matrimonial. "Me di cuenta de que no tengo por qué tener siempre una respuesta a todas las preguntas que me hacen las personas devastadas por la crisis", dijo al final del seminario el padre Bronisław, un dominicano que trabaja en Vitebsk, Bielorrusia. Añadió que también para él era "muy importante abrirse interiormente al problema de las relaciones de pareja y a su impacto en la relación matrimonial".