En el Osservatore Romano la mesa redonda con el cardenal Baldisseri, el prior Bianchi y Claudia Mancina
El Secretario General del Sínodo de los Obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, el prior de Bose, Enzo Bianchi y la profesora de filosofía de la Universidad Sapienza, Claudia Mancina. Estos son los participantes de la mesa redonda sobre la familia, coordinada por Lucetta Scaraffia que tuvo lugar el 16 de noviembre en la sede del Osservatore Romano en presencia del director Giovanni Maria Vian, el teólogo don Maurizio Gronchi, la hermana Catalina Aubin, Giulia Galeotti, la hermana Rita Mboshu Kongo y Silvina Pérez de "mujeres iglesia mundo".
"La pastoral - dijo el card. Baldisseri - se encarga de la formación de los jóvenes, los acompaña para que puedan dar una respuesta plena y gozosa a la vocación del matrimonio y de la familia, apoya a las parejas jóvenes en los primeros años de matrimonio, dedica una particular atención a los que viven la dolorosa experiencia del fracaso, les ayuda a que vean la parroquia como si fuese su propia casa y el lugar de la misión. Las instituciones públicas tendrían que ocuparse más de la familia, lo cual significa: desarrollar políticas de apoyo y de superación de la precariedad económica de muchas de ellas, facilitando su acceso a la educación, a la vida cultural y a la vida social activa". Claudia Mancina abordó el tema de la familia hoy en día, y dijo entre otras cosas "que el resultado de una evolución estrechamente vinculada a la evolución de las relaciones sociales y de los derechos individuales; puede por lo tanto, cambiar de nuevo, como de hecho está sucediendo; y la ley interviene necesariamente para regular este cambio. Hoy en día se está dando una gran transformación debido al cambio del papel de la mujer, un cambio que no se está produciendo solamente en los países occidentales. Otro gran cambio es la extensión de la vida humana, la familia ya no dura toda la vida. Yo estoy en contra de utilizar el concepto individualismo en su acepción puramente negativa: el individualismo no se opone a la familia, no pospone a la familia a un segundo plano. El problema realmente grave es el narcisismo". Del "matrimonio como "una ‘historia’ de amor que requiere fe-confianza" habló el padre prior Bianchi explicando que "por este motivo, al principio, a los miembros de la pareja se les llama ‘novios‘, es decir, personas que ponen su fe-confianza en el otro en vista de la alianza, y el signo de la unión nupcial, el anillo, se llama "fe". Hoy en día el camino matrimonial se ve amenazado por la falta de esta fe-confianza en el amor, en la vida, en el futuro. A la Iglesia se le pide, hoy más que nunca, algo muy simple pero decisivo: enseñar la vida cristiana, enseñar a pensar, a hacerse preguntas. Ya no bastan los cursos pre-matrimoniales, porque el problema es un problema educativo: lo que les falta a las nuevas generaciones es una gramática humana. Aquel que educa, por lo tanto, puede hacer mucho, tiene una amplio terreno en el que trabajar". El informe completo de la mesa redonda, publicado hoy en el suplemento Familia del Osservatore Romano, puede leerse haciendo clic aquí: