Miles de ancianos, siguiendo la invitación del Papa, entregaron personalmente el Evangelio a una plaza de San Pedro abarrotada de gente. Este hermoso gesto pudo realizarse, el domingo, después del Ángelus, gracias a la Limosnería Pontificia y al PCF
"Quiero renovar el gesto de regalar a los presentes un Evangelio de bolsillo. Se trata del Evangelio de Lucas que leemos en los domingos de este año litúrgico. El librito lleva como título: “El Evangelio de la Misericordia de San Lucas”; de hecho el evangelista reporta las palabras de Jesús: “sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”, del cual fue tomado el tema de este año jubilar. Será distribuido gratuitamente por los voluntarios del Dispensario Pediátrico Santa Marta en Vaticano, por algunos ancianos y abuelos de Roma. ¡Cuánto mérito tienen estos abuelos y abuelas que transmiten la fe a los nietos! Invito a tomar este Evangelio y a leer un párrafo cada día. Así la misericordia del Padre habitará en vuestro corazón y podréis llevarla a todos los que encontréis".
Es así como el Papa Francisco, al final del Ángelus de este domingo, en el tercer aniversario de su elección pontificia, invitaba a cerca de mil ancianos a ser físicamente portadores de la Buena Nueva en la plaza de San Pedro, mediante la entrega de un ejemplar del Evangelio de Lucas a los fieles presentes. La iniciativa, promovida por la Limosnería Pontificia en colaboración con nuestro dicasterio, contó con la participación de ancianos provenientes de diversas parroquias de Roma (San Gaetano, Gesù Divino Maestro, San Roberto Bellarmino, San Giuseppe al Trionfale) y muchas asociaciones de toda la zona (ACLI, Senior Italia Federanziani, Famiglie Nuove, ALATEL Lazio, ANLA, FNPCISL Roma y Rieti, FEDERCENTRI, Forum Associazioni familiari del Lazio) coordinadas por el Centro para la pastoral familiar de la Vicaría de Roma. Mons. Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, al comentar este gesto tan significativo realizado por los ancianos en la plaza San Pedro quiso subrayar la belleza de este acto recordando que: “en el día del aniversario de la elección al Sumo Pontificado del Papa Francisco, cientos de ancianos estarán a su lado para compartir la misión común a todos los cristianos: anunciar la Buena Nueva de Jesús a todo el mundo. En una sociedad que sigue rechazando lo que es viejo y aparentemente improductivo, la comunidad cristiana recuerda vigorosamente la dignidad y el valor inestimable de cada hombre y de cada mujer. Los ancianos no deben, no pueden quedarse en casa: tienen una tarea y una vocación; ¡los más jóvenes los necesitan, necesitan su anuncio, necesitan su testimonio!".