El Papa Francisco a los neocatecumenales: "Como los hijos llevan marcados en sus rostros el parecido con la madre, así todos nosotros nos asemejamos a la Iglesia"
"Unidad", "gloria" y "mundo" son las tres palabras evangélicas para la misión que el Papa Francisco confió a los miembros del Camino Neocatecumenal, reunidos en audiencia el 18 de marzo con motivo de las 50 nuevas missio ad gentes, compuestas de aproximadamente 250 familias de los cinco continentes.
"La Iglesia", dijo el Papa, "es nuestra Madre. Como los hijos llevan marcados en sus rostros la semejanza con la madre, así todos nosotros nos asemejamos a nuestra Madre, la Iglesia. Después del Bautismo no vivimos más como individuos aislados, sino que nos convertimos en hombres y mujeres de comunión, llamados a ser operadores de comunión en el mundo. Porque Jesús no sólo ha fundado la Iglesia para nosotros, sino que nos ha fundado a nosotros como Iglesia. La Iglesia no es un instrumento para nosotros: nosotros somos la Iglesia. De ella hemos renacido" y, continuó, "esta es la fecundidad de la Iglesia, que es Madre: no una organización que busca adeptos, o un grupo que va adelante siguiendo la lógica de sus ideas, sino una Madre que transmite la vida recibida de Jesús". Bajo el signo de la ‘‘unidad”, puesto que la "cizaña" es la "tentación de todas las comunidades y se puede insinuar también en los carismas más bellos de la Iglesia", y revestidos de una "gloria paradójica: sin aclamaciones, sin ganancia y sin aplausos", los participantes del Camino han sido enviados al mundo: "ustedes - concluyó el Papa - irán al encuentro de tantas ciudades, de tantos países. Dios no es atraído por la mundanidad, al contrario, la detesta; pero ama el mundo que ha creado, y ama a sus hijos en el mundo así como son, ahí donde viven, incluso si están alejados".