Las meditaciones escritas por el arzobispo Bassetti para el Viernes Santo
El tema de la familia acompañó anoche al Papa Francisco en varias estaciones del Vía Crucis en el Coliseo. Las meditaciones que fueron leídas en el tradicional Vía Crucis fueron escritas por el cardenal Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia-Città della Pieve. El título de las meditaciones es "Dios es Misericordia".
“¡Cuánto miedo! - se lee en la meditación de la Primera Estación (Jesús es condenado a muerte) - ¡Cuánto miedo hay en nuestra vida! Tenemos miedo del diferente, del extranjero, del emigrante. Nos causa temor el futuro, los imprevistos, la miseria. Cuánto miedo hay en nuestras familias, en los lugares de trabajo, y en nuestras ciudades…” Sin embargo, continúa en la Cuarta Estación (Jesús encuentra a su Madre), "hoy como siempre la familia es el corazón palpitante de la sociedad; célula irrenunciable de la vida común; clave de bóveda insustituible de las relaciones humanas; amor para siempre que salvará al mundo". La meditación de la Novena Estación (Jesús cae por tercera vez), habla de las numerosas veces que "los hombres y las mujeres caen por tierra ¡Cuántas veces los hombres, las mujeres y los niños sufren por la familia dividida! ¡Cuántas veces los hombres y las mujeres piensan que no tienen más dignidad porque no tienen un trabajo! ¡Cuántas veces los jóvenes están obligados a vivir una vida precaria y pierden la esperanza en el futuro!". Cuando uno se encuentra postrado por tierra, continua la meditación, es "por tantos motivos: pecados personales, matrimonios fracasados, soledad, pérdida del trabajo, dramas familiares, angustia por el futuro". Por último, en la Decimocuarta Estación (Jesús es puesto en el sepulcro), la imploración dirigida a Jesús: "entra en nuestros sepulcros: enciende de nuevo la llama de tu amor en el corazón de todo hombre, en el seno de toda familia, en el camino de cada pueblo" .