En el corazón del Año Santo de la misericordia y pocos días después de la publicación de la Exhortación apostólica sobre la familia, Su Exc. Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, y el Maestro Andrea Bocelli presentan el programa de 2016: "El gran misterio. El Evangelio de la familia escuela de humanidad para nuestros tiempos”, producido por CitySound & Events de Milán.
Después de la extraordinaria primera cita en Barcelona el pasado mes de mayo, en el maravilloso escenario de la Basílica de la Sagrada Familia, El Gran Misterio llegará este año a las principales catedrales y a significativos lugares de espiritualidad de las grandes ciudades europeas; estas son las tres primeras celebraciones anunciadas a las que se añadirán otras más:
27 Mayo - CRACOVIA - SANTUARIO S. JUAN PABLO II
28 Octubre - LISBOA - CATEDRAL DE SAN JERÓNIMO
05 Noviembre - BUDAPEST - CATEDRAL DE SAN ESTEBAN
Mons. Paglia, anunciando las fechas de 2016, declaró que "El proyecto EL GRAN MISTERIO, quiere situar en el centro de las comunidades civiles y eclesiales ese Amor Laetitia, la alegría del amor, del cual habla el Papa Francisco; la música y las palabras se entrelazarán para expresar toda la belleza y todo el valor que la experiencia familiar tiene para la iglesia y la sociedad".
Será el Maestro Bocelli quien elegirá e interpretará las piezas de la gran tradición musical sacra y profana, acompañado de las más prestigiosas orquestas y coros europeos. El Presidente del Pontificio Consejo y el Arzobispo de la ciudad asumirán la tarea de acompañar el evento con momentos de reflexión y catequesis. El acceso a los eventos será completamente gratuito, simplemente habrá que reservar su entrada en el sitio www.ilgrandemistero.com.
Al Maestro Bocelli le acompañará una orquesta de 64 instrumentos y un coro de 50 voces dirigidos por el Maestro Marcello Rota, protagonista de los mayores teatros y salas de concierto del mundo.
Andrea Bocelli, presentado por Mons. Vincenzo Paglia en la conferencia de prensa oficial como Embajador de la Familia, pronunció estas palabras:
"Considero que es un gran privilegio, pero también un deber, para cada uno de nosotros, ser testigos impulsadores, de manera activa y gozosa, del mensaje cristiano, y divulgarlo tanto como sea posible, a través del ejemplo y ofreciendo la posibilidad de compartirlo. Creo que la música es potencialmente un instrumento de fe extraordinario. Interpretar el repertorio sacro, así como escucharlo, a mi parecer puede llegar a ser una intensa forma de oración. Y esta potencialidad encuentra una valiosa oportunidad para su plena expresión, su florecimiento, cuando la escucha es acompañada y elevada por momentos de reflexión, guiados por sacerdotes, ministros de la misericordia divina, pastores de la familia de Dios".