La canonización de una pareja de esposos, santificados precisamente como matrimonio, fue un acontecimiento trascendental en la historia de la Iglesia que consolidó la intuición del matrimonio como camino de santidad, y que finalmente logró superar la llamada teología de los estados de perfección que relegaba el matrimonio a una especie de vocación de segunda clase.
Esta es la razón por la cual vale la pena conocer la historia de Luis y Celia Martin (canonizados por el Papa Francisco en 2015): descubrir cómo se puede llegar a ser santos viviendo en plenitud la vocación matrimonial en el doble aspecto conyugal y parental. La biografía escrita por Hélène Mongin, recientemente traducida al italiano por San Paolo (el original francés fue publicado por Editions de l’Emmauel en 2008), se centra principalmente en el heroísmo de la vida cotidiana que caracteriza la existencia de esta pareja, mostrando, en la normalidad de los días vividos siguiendo a Jesús, la vía familiar hacia la santidad.