Con ocasión del Capítulo General del Instituto de Familias de Schoenstatt, el presidente emérito del Pontificio Consejo para la Familia, Cardenal Ennio Antonelli, y el Rev. José Guillermo Gutiérrez Fernández, oficial del Dicasterio, estuvieron en Schoenstatt (Vallendar, Alemania) los días 14, 15 y 16 de julio de 2012.
El Cardenal no ha querido dejar incumplida esta cita programada varios meses antes de que se conociera su relevo al frente del Consejo.
Schoenstatt es movimiento apostólico internacional fundado por el P. Josef Kentenich (1885-1968) que se ocupa de la educación integral de la fe. Es antes que todo un lugar de gracias y de renovación, basado en una tierna alianza de amor con la Virgen. Schoenstatt es una familia y una corriente de ideas y de gracias, que abarca una diversidad de miembros: mujeres y hombres, jóvenes y adultos, religiosos y religiosas, familias. Esta diversidad de miembros ha dado origen a diversas comunidades, organizadas autónomamente y con estructuras diversas según los estados naturales del ser humano (hombres y mujeres), los estados de vocación (familias y sacerdotes) y el tipo de compromiso apostólico (movimiento popular y de peregrinos, ligas apostólicas, federaciones apostólicas e institutos).
Las familias tienen tres comunidades con características propias. La llamada "liga de las familias", la "federación de las familias" y el "instituto de las familias". Este último está compuesto por aquellos matrimonios que experimentan una vocación específica a tomar en serio su consagración bautismal y matrimonial empeñándose en vivir los consejos evangélicos con radicalidad según su estado, dedicándose con generosidad al apostolado.
Esta comunidad de familias nació durante la prisión del P. Kentenich en el campo de concentración de Dachau en 1942 y más tarde en 1962 algunas familias se pusieron a disposición del padre para dar vida a este instituto que en 1968 conformó su primera dirección general.
El Cardenal Antonelli intervino en la sesión inaugural y junto con el Rev. Gutiérrez sostuvieron un intenso diálogo con los matrimonios capitulares acerca de diversos aspectos de su vida y apostolado en el mundo. Al respecto algunos fueron presentados varios testimonios por parte de matrimonios de los Estados Unidos, Alemania, Argentina, Chile y Brasil.
La misa de apertura del Capítulo, en la Iglesia de la adoración, también fue presidida por el Cardenal. La liturgia y la homilía fueron en castellano, con lecturas, peticiones y cantos en más de cinco idiomas, correspondientes a los de los asistentes que provenían de diez diferentes naciones.
En su homilía el Cardenal aplicó las palabras del Evangelio del día –"Jesús los envió de dos en dos"- a la vida de los matrimonios cristianos: "mandados de dos en dos son específicamente ellos. Mandados de dos en dos literalmente. Su primera y fundamental misión es acoger cada día el amor esponsal de Cristo por la Iglesia, revivirlo y manifestarlo a través de su amor recíproco".
El domingo 15 el Cardenal presidió la tradicional bendición de la noche desde el santuario original de Schoenstatt, acompañado por el P. Marmann, rector del santuario. Luego de renovar la alianza de amor con la Virgen, el Cardenal dijo a los asistentes: "al final del reciente Encuentro Mundial de las Familias de Milán el Santo Padre Benedicto XVI, se me acercó y me dijo è bello essere in mezzo alla Chiesa viva, eso es lo mismo que yo puedo decir a partir de la experiencia de estos días ¡Schoenstatt es una Iglesia viva!".