De la intervención de Mons. Everardus Johannes de JONG, Obispo auxiliar y Vicario General de Roermond (PAÍSES BAJOS)
Las familias son esenciales para la transmisión del Evangelio. En el presente contexto, nuestra sociedad ya no conoce el pecado. Sin embargo, el pecado influye en la apertura al mensaje evangélico. La pornografía, la sexualidad fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer, la contracepción y el aborto cierran los corazones. De hecho, ’quién puede decir que sí a Dios, que da la vida en abundancia, si de manera consciente o inconsciente dice que no a la vida humana? Eso significa que la Iglesia debe promover con valentía el Evangelio de la vida, incluida la teología del cuerpo, la planificación familiar natural y, al mismo tiempo, anunciar a Dios misericordioso.