Congreso Internacional en el Instituto Juan Pablo II "Matrimonio y Familia" (11-15 febrero 2013). La Familia, luz de Dios en una sociedad sin Dios.
El matrimonio constituye en sí mismo un Evangelio, una Buena Noticia para el mundo de hoy, en particular para el mundo descristianizado. La unión del hombre y la mujer, su convertirse en “una sola carne” en la caridad, en el amor fecundo e indisoluble, es un signo que habla de Dios con fuerza, con una elocuencia que en nuestros días se ha vuelto mayor, porque por desgracia, por diversas causas, el matrimonio, precisamente en las regiones de antigua evangelización, está atravesando una profunda crisis. Y no por casualidad, el matrimonio está ligado a la fe, no en sentido genérico. El matrimonio, como unión de amor fiel e indisoluble, se funda sobre la gracia que viene del Dios Uno y Trino, que en Cristo nos ha amado con un amor fiel hasta la Cruz (Benedicto XVI, Homilía con motivo de la Apertura del Sínodo sobre la nueva evangelización, 7 de octubre de 2012).