Entrevista con Elvira De Los Angeles Sanchez-Migallon y Jose Maria Martinez Checa
Elvira de los Ángeles Sánchez-Migallón Royo y José María Martínez Checa, nacidos en Manzanares (Ciudad –Real) y Milmarcos (Guadalajara) de 62 y 65 años de edad respectivamente. Desde el año 1972 casados, padres de seis hijos, abuelos de quince nietos, profesores de Lengua y Literatura Española, y Geografía Historia, miembros fundadores y coordinadores generales de los Equipos Itinerantes de Pastoral Familiar (EIPAF), conductores del programa en Radio María sobre espiritualidad familiar, ponentes ocasionales en congresos y jornadas de familia.
1) ’Cuáles son las nuevas iniciativas que habéis promovido en estos últimos meses para aumentar la solidez de los grupos? ’Habéis hecho entrar en el proyecto nuevos movimientos eclesiales o asociaciones?
«Para la solidez de los grupos es de gran importancia la gestión del coordinador del EIPAF diocesano, reforzado por la existencia de un sacerdote consiliario, que los reúnen periódicamente, para: hacer oración; formar en temas de pastoral familiar; informar de los últimos acontecimientos, publicaciones, eventos de la iglesia universal en temas de pastoral familiar; puesta en común de lo acontecido en la andadura del EIPAF por las distintas parroquias que visitan; nuevos proyectos. Además de evangelizar a las familias utilizando el documento programático que mejor defina la vida y los cometidos de la Pastoral familiar (en España el Directorio de la Pastoral Familiar, en Hispanoamérica podría ser el documento de Aparecida, o cualquier otro documento programático, referido a la formación integral de la familia en la iglesia, Vgr. Directorios Nacionales de Pastoral Familiar), se cuida especialmente la trascendencia de la Misión, y si se ha cumplido el objetivo de: conformar el equipo de pastoral familiar parroquial, destinado a acoger la vida de la familia, como Cáritas a la pobreza. En relación a las nuevas incorporaciones se puede decir, que todos los principales carismas de la iglesia con representación de familia, participan en los EIPAF diocesanos. En diócesis pequeñas al ser escaso el número de carismas, colaboran agentes de pastoral familiar, formados en los distintos Institutos de estudios de familia, especialmente matrimonios Máster en ciencias del matrimonio y la familia, procedentes del Pontificio Instituto Juan Pablo II de reconocido prestigio y fidelidad a la iglesia».
2) ’Podéis narrarnos si ha habido una gracia particular que ha favorecido el desarrollo de los EIPAF?
«Todo en los EIPAF es pura gracia y don, especialmente providencial es la favorable acogida que desde los inicios han tenido por parte de la jerarquía de la iglesia, tanto por parte del P.C.F., por la Subcomisión de Familia y Vida de la CEE, y por todos los pastores obispos diocesanos, que al ser informados, ni uno sólo, ha puesto objeción, mostrando su satisfacción y entregándonos cartas de presentación, que aconsejan la implantación en la diócesis, favoreciendo la presentación diocesana de la Misión, quedando en todas las diócesis visitadas conformado el EIPAF diocesano, bautizado con el nombre mariano de la patrona de la diócesis, preparándose para servir, con mucha oración y estudio para el buen desarrollo de la Misión. No puedo dejar de mencionar la existencia del primer mártir de los EIPAF, tal como lo definió D. Ramón Vita, entonces párroco de la parroquia de la Virgen Milagrosa de Madrid, que se encontraba presente cuando Luis, marido de Caridad, matrimonio enlace de la parroquia, se disponía a dar la última charla sobre pastoral familiar, en la clausura de la Andadura del EIPAF Madre de la Vida, estaba ofreciendo su vida a la iglesia, para realizar el proyecto de conformar el equipo de Pastoral Familiar, cuando un infarto fulminante le llevó al cielo. La intercesión de Luís (para los EIPAF: “patrón” de los matrimonios enlaces de las parroquias) se evidencia, al ver la entrega y efectividad en la gestión, que realizan los matrimonios enlaces en las parroquias: ayudando al párroco a preparar la actividad y en la Misión de conformar el equipo de pastoral familiar, que acoge a las familias, conformando grupos familiares, que convierten los distintos tiempos de la familia, en verdaderos sujetos de evangelización, testigos de la fe, que atraen a la comunidad parroquial a nuevas familias».
3) ’Cómo conseguís conciliar los carismas de realidades eclesiales tan diversas, haciendo que colaboren sin contraposiciones estériles?
«Este fue el primer obstáculo, que en los comienzos retrasó la formación del primer EIPAF diocesano: el temor de la jerarquía por lo que la pregunta expresa. Pero por pura gracia, no ha sido así. La incorporación de los distintos movimientos y carismas a los EIPAF se ha producido de forma natural, y no ha constituido problema, ni ficción alguna, teniendo en cuenta que: en los EIPAF colaboran personas pertenecientes a los distintos movimientos y carismas de la iglesia, sin que el movimiento se vea afectado, ni alterado en manera alguna, ni en su espiritualidad, ni en su carisma, ya que los EIPAF no imponen una espiritualidad concreta, la espiritualidad de los EIPAF es la espiritualidad de la Iglesia de Roma depositaria del evangelio, de la Gracia y dones del Espíritu Santo, que nos capacitan para el servicio, lo único que hacen los EIPAF es: recibir la riqueza de la espiritualidad, que el Señor deposita en los carismas, canalizarla evangelizando a las familias, viviendo la normalidad de la comunión eclesial. Ningún movimiento ha mostrado oposición o descontento, excepto dos, que no es necesario mencionar, cuyos estatutos prohíben la inclusión en una misión distinta a la que propone el propio carisma y que prefieren participar en los EIPAF, como agentes de pastoral diocesanos, sin que ello constituya problema, para el desarrollo de la Misión.No obstante he de hacer notar, que en efecto: es imposible conciliar la imposición de un carisma con el dinamismo de comunión de los EIPAF, dándose el caso que: Hay diócesis, que el obispo ha autorizado la Misión, y el delegado diocesano de la Pastoral Familiar, perteneciente a un carisma determinado, la ha interrumpido, en su afán de imponer en la diócesis el dinamismo de su propio carisma, que rompe la eclesialidad y la comunión de los EIPAF, que permanecen a la espera de una mayor apertura que acoja la vida de todos los carismas en la comunión de los EIPAF. La dificultad no surge por las personas que componen los EIPAF, sino por el celo desmedido de algún delegado de Pastoral Familiar por su propio carisma, que dificulta la implantación y el desarrollo del EIPAF diocesano».