«Soy un pecador en el que el Señor se ha fijado». El Papa Francisco se define así y, en la larga entrevista que en pocas horas ha dado la vuela al mundo, extiende su mirada de misericordia a tantas heridas de la humanidad, hasta el punto de definir la Iglesia como un «hospital de campaña». Aquellas cosas que aparecen como extraordinariamente progresistas, están insertas en realidad en la secular tradición de misericordia cristiana, que se basa directamente en Jesús y en su evangelio. Extraemos algunos párrafos de la entrevista que se refieren a temas sensibles de la pastoral familiar.