Domingo 13 de octubre de 2013, Santa Misa del Papa para la Jornada Mariana con ocasión del Año de la Fe
«Miremos a María: después de la Anunciación, lo primero que hace es un gesto de caridad hacia su anciana pariente Isabel; y las primeras palabras que pronuncia son: “Proclama mi alma la grandeza del Señor”, es decir, un cántico de alabanza y de acción de gracias a Dios no sólo por lo que ha hecho en Ella, sino por lo que ha hecho en toda la historia de salvación. Todo es don suyo; Si podemos entender que todo es don de Dios, ¡cuánta felicidad habrá en nuestro corazón! él es nuestra fuerza. Decir gracias es tan fácil, y sin embargo tan difícil. ’Cuántas veces nos decimos gracias en la familia? Es una de las palabras clave de la convivencia.
«Por favor», «perdona», «gracias»: si en una familia se dicen estas tres palabras, la familia va adelante. «Por favor», «perdona», «gracias». ’Cuántas veces decimos «gracias» en la familia? ’Cuántas veces damos las gracias a quien nos ayuda, se acerca a nosotros, nos acompaña en la vida? Muchas veces damos todo por descontado. Y así hacemos también con Dios. Es fácil ir al Señor a pedirle algo, pero ir a darle gracias... ¡Ah!, no se me ocurre».