Monseñor Laffitte durante la conferencia “En el concebido, el rostro de Jesus, inivtò todos los presentes a reconocer el misterio divino presente del embrión humano
“Cómo es posible que la vida humana se transforme en un problema?” Es lo que se pregunta el Secretario del Pontificio Consejo para la Familia, Mosenor Jean Laffitte, en el curso de su discurso sobre el estatuto teológico del embrión, presentado en la conferencia teológica-pastoral “En el Concebido el rostro de Jesús”, que tuvo lugar en Roma entre el 21 y el 23 de marzo.
Subrayando la superficialidad de muchos políticos y asociaciones, que justifican el aborto con el utilizo de una dialéctica inexistente entre “problemas” y “soluciones” Monseñor Laffitte quiso poner de nuevo la atención sobre el carácter misterioso, divino, de la vida, invitando todos la dejarse fascinar:” estamos viviendo en una cultura que ve todo como problemas y soluciones. Y sin embargo el ser humano es una realidad misteriosa y algunas parte aun no cabemos entenderlas. La vida no es un objeto a nuestra disposición y sobretodo en sus inicios cuando es más que nunca misteriosa: de hecho no se ve, y no se puede proveer lo que será, sus características y su propio destino, el modo con el cual será integrada en la sociedad de los hombres.” El secretario del PCF, al concluir de su discurso, enfrentó otros dos difíciles aspectos presentes en cada ser humano tratando el sufrimiento y los pecados relacionados a la muerte de los embriones, y también del rol del bautismo en el dibujo de la salvación. Adjunto el texto integral en italiano del discurso.