El cardenal John Njue, presidente de la Conferencia episcopal de Kenya, condenó el asalto de domingo 23 de marzo a una iglesia de Likoni, invitando el gobierno a reforzar la seguridad en todo el Pais. De los musulmanes llegó un apelo a la calma para todos los ciudadanos de Kenya, para que no caigan en la trampa de quien quiere el país dividido por razones religiosas y para permitir, en el mismo momento, un sereno desarrollo de las investigaciones de lo que ha pasado.