Concluyeron las dos jornadas de estudio interdisciplinario sobre género promovidas por el dicasterio
Para comprender realmente todo aquello que nos atañe tenemos que hacer un decidido y gran esfuerzo. De hecho, se necesita la disciplina de la confrontación cerrada y metódica para evitar lugares comunes o posiciones preconcebidas, se necesita la paciencia de la escucha para aprender a confrontarse, se necesita la pasión por el bien, lo verdadero, lo justo y lo bello.
Con esta actitud, unos treinta expertos de múltiples disciplinas se reunieron, invitados por el Pontificio Consejo para la Familia, durante dos días de estudio sobre el tema: “El género en el debate internacional contemporáneo”. No fue una conferencia sino más bien un diálogo intenso entre médicos, filósofos, biólogos, biblistas, psicólogos, genetistas y sociólogos: uno junto al otro, dispuestos a dejarse provocar por la pericia de los otros y a poner sobre la mesa la propia, con el objetivo –bien definido por el secretario del Dicasterio, Mons. Jean Laffitte en su charla introductoria- “de identificar un núcleo profundo y esencial que constituya el fundamento común de la verdad sobre el ser humano, a través del cual hacer converger -de ser posible- el consenso del mayor número de personas posibles provenientes de culturas, profesiones de fe y escuelas de pensamiento diferentes”. Teniendo como moderador al filósofo Carmelo Vigna, las dos jornadas fueron animadas, la primera, por varias exposiciones breves de genetistas, médicos y biólogos orientadas a considerar la construcción de la identidad sexual del individuo desde el punto de vista biológico, y la segunda, por las intervenciones de filósofos y moralistas que han presentado la evolución de los “Gender Studies” y del pensamiento de la diferencia sexual, planteada como una verdadera riqueza de la humanidad. El esfuerzo por mantener unidos y dialogantes puntos de vista y trayectorias tan distintas entre sí fue muy apreciado por todos, así como también la fuerte sensación de estupor, reconocida por todos, al conocer profundamente el complejo misterio de la identidad humana masculina y femenina. Por esta razón, ha sido acogida con entusiasmo la invitación que el subsecretario, Mons. Carlos Simón Vázquez ha dirigido a todos los participantes al final de las dos jornadas de estudio para continuar este debate, pero ampliándolo a nivel internacional y teniendo en cuenta el horizonte que ofrece el próximo Encuentro Mundial de las Familias de Filadelfia.