El jesuita GianPaolo Salvini habla de las novedades del Sínodo de los Obispos sobre la familia
El próximo Sínodo de los Obispos dedicado a la familia, está “entre las iniciativas más relevantes del nuevo Pontificado, sea por los problemas que serán tratados, sea por el método adoptado”. Ha declarado el padre jesuita GianPaolo Salvini a “La Civiltà Cattolica” del 7 de diciembre de 2013.
La primera novedad, en el plano metodológico –señala el padre Salvini S.J.- es la presentación de un Documento preparatorio en vez de los Lineamenta, para delinear el fondo social en el que se desarrollará el Sínodo más que para aportar las líneas maestras que canalicen la discusión sobre senderos prefijados.
«La favorable acogida que está obteniendo el actual magisterio pontificio sobre la misericordia y la ternura ante las personas heridas por la vida ha suscitado vivas espectativas sobre qué opciones pastorales podría adoptar la Iglesia para salir a su encuentro. Por eso es urgente que el Sínodo reflexione sobre estos temas como una expresión obligatoria de la caridad de los Pastores ante aquellos que les han sido confiados y ante la entera familia humana», escribe el jesuita.
El Cuestionario afronta temas inéditos de consulta y de participación directa del pueblo de Dios, como la segunda pregunta, “sobre el matrimonio según la ley natural”, y el cuarto, “sobre la pastoral para hacer frente a algunas situaciones matrimoniales difíciles”. «La novedad del métodoi y la franqueza con que se afrontan temas a menudo rehuidos denotan la resolución con que el Papa quiere abrir un debate sobre los desafíos más urgentes en el campo familiar. Nada se dice hasta ahora sobre las soluciones que se adoptarán, también para no condicionar las respuestas en una dirección determinada; nos parece significativo que se discuta abiertamente, como en el caso en el que se pide la opinión sobre una eventual racionalización del procedimiento para alcanzar una declaración de nulidad del vínculo matrimonial, o cual se habla de contracepción, o cuando se pide qué atención pastoral asumir ante personas del mismo sexo que han formado una unión». «La Iglesia –leemos − quiere ponerse a la escucha de los problemas y de las esperanzas de las familias, proponiéndoles de forma creíble la misericordia de Dios. No sería, por otro lado, la primera vez que la Iglesia modifica la propia praxis penitencial, disciplinar y jurídica, para tener en cuenta circunstancias cambiantes en la sociedad en la que vive».