En un Ángelus en 1999, Juan Pablo II desarrolla su pensamiento sobre la actual realidad del anciano, realidad con dos caras.
El santo Papa polaco en este Ángelus de 1999 trata las situaciones ambivalentes que viven hoy en día los ancianos. Por un lado es evidente que ellos están marginados, cada vez menos unidos al núcleo familiar y a la sociedad, por otra parte su ayuda en la educación de niños y adolescentes es cada vez más solicitada.