Recibimos la invitación a estar dispuestos a abandonar todo comportamiento y costumbre egocéntrica, verdaderos obstáculos en nuestra relación. Estos obstáculos nos impiden ser un mejor marido o mujer y poner en el primer lugar al otro en nuestra vida de pareja. Cuando preparamos algo para el otro o le abrimos el camino, en realidad, nos hacemos un poco más poderosos y brillantes: una clara indicación para el camino que deben de tomar nuestros hijos, nuestras familias y el mundo que nos rodea. Así, de manera humana, podemos dirigirnos hacia un camino que conduce a un nuevo cielo y a una nueva tierra, haciendo que nuestras jornadas estén cada vez más cerca del infinito.
(Meditación de Two in One Flesh – Christian pro-marriage team - website: http://www.twoinoneflesh.org.uk/)