Tratando de encontrar una imagen para ilustrar el gozo que el Señor quiere para su pueblo, Isaías emplea la de un esposo que se ciñe una diadema y la de una esposa que se adorna con sus joyas. Se trata de una imagen fácilmente reconocible para todos. La gente normalmente se para cuando ve una boda, quizás esperando que un poco de la excitación y de la alegría de la celebración contagie sus vidas. San Pablo exhorta a los habitantes de Tesalónica a que sean felices en todo momento porque esto es lo que Dios espera de ellos. No suprimir o negar, permitir que el Señor guíe el Espíritu que trabaja dentro de cada uno de nosotros; particularmente acoger al Dios de la paz para obtener la paz, manteniendo vivo el deseo de su venida. Será esta paz la que nos haga perfectos, santos y seguros, y la participación a estos dones no puede sino hacernos felices.
(Meditación de Two in One Flesh-Christian pro-marriage team - website: http://www.twoinoneflesh.org.uk/)