En su discurso en Manila, el Papa Francisco pide respeto por la vida y advierte del peligro de la "colonización ideológica"
"Como familia, prestad especial atención a nuestro llamado a ser discípulos misioneros de Jesús. Esto significa estar dispuestos a ir más allá de los limites de vuestras casas y cuidar de nuestros hermanos y hermanas más necesitados. Les pido que se interesen especialmente por aquellos que no tienen una familia propia, especialmente los ancianos y los huérfanos ".
De esta manera el Papa Francisco habló a las familias que se reunieron hace unos días, durante su viaje a Filipinas, en el pabellón de deportes "Mall of Asia Arena" en Manila, haciendo hincapié en el valor del sueño: "Todas las mamás y los papás han soñado con su hijo durante nueve meses. No es posible que una familia no tenga sueños. Cuando una familia pierde la capacidad de soñar, los niños no crecen, y el amor no crece, se atenúa la vida y se apaga. Para ello os recomiendo que por la noche, cuando hagáis un examen de conciencia, os hagáis también esta pregunta: ’hoy he soñado con el futuro de mis hijos? [...] En primer lugar se debe soñar en una familia. ¡No perdáis esta capacidad de soñar! ". En cuanto a las dificultades de la vida de la pareja, según el Papa "se resuelven si tenemos un espacio para el sueño, si nos detenemos a pensar en el otro, y soñamos con la bondad que poseen las cosas buenas. Por lo tanto es muy importante recuperar el amor a través del ‘proyecto’ cotidiano. ¡No dejéis nunca de ser novios! "
"Los pesos que caen sobre la vida de las familias de hoy son muchos" y "muchas familias todavía sufren las consecuencias de los desastres naturales", sin embargo, "mientras que muchísimas personas viven en la pobreza extrema, otros son capturados por el materialismo y los estilos de vida que anulan la vida familiar y las exigencias más fundamentales de la moral cristiana. Esto es lo que se puede llamar la colonización ideológica. La familia - dijo el Papa - está también amenazada por los crecientes intentos por parte de algunos para redefinir la institución misma del matrimonio mediante el relativismo, la cultura de lo efímero, la falta de apertura a la vida ". Sin embargo, "el mundo necesita familias buenas y fuertes para superar estas amenazas", ya que "cualquier amenaza a la familia es una amenaza para la propia sociedad." El Papa Francisco reiteró el llamado a proteger a las familias: "Ved en ellos el mayor tesoro de vuestra nación, y alimentadlas siempre con la oración y la gracia de los sacramentos. [...] sed ejemplos de amor, de perdón y de atención. Sed santuarios de respeto por la vida, proclamando - concluyó el Papa- la sacralidad de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural ".