El egocentrismo y el hedonismo "pueden borrar fácilmente la presencia de Dios en nuestra conciencia y disipar nuestra vocación recibida de Dios para gestionar su creación", también pueden "hacer olvidar el valor del matrimonio y de la familia." Escribe el cardenal John Tong, Obispo de Hong Kong, China, en una carta pastoral a los fieles para la Cuaresma, añadiendo que las tentaciones empujan a hincharse de orgullo, a no seguir más que los propios deseos, haciendo olvidar el debido respeto a la vida, que a menudo conduce al abuso de drogas, a la adicción, a la violencia doméstica y a la falta de respeto por las personas mayores y niños. La familia en Hong Kong se enfrenta hoy con muchos problemas que amenazan con convertirse en un gran problema en el futuro. El purpurado insta a evitar tales consecuencias. A partir de aquí, la invitación del Cardenal Tong se centra en el actuar "empezando por nosotros mismos, para que los valores de la familia y de las relaciones humanas pueden ser vivificados", y para poder vivir "el matrimonio y la vida familiar con amor" pasando "más tiempo con la familia ".