Reconocer la dignidad de toda persona y el valor de la familia, célula viva de la sociedad, es hoy el don más precioso que la cultura, la economía y la política pueden ofrecer a Dios hecho hombre y a la Sagrada Familia de Nazaret.
Mis mejores deseos para una verdadera y feliz Navidad 2011.
Ennio Cardinale Antonelli con todo el Consejo Pontificio para la Familia
En línea las conclusiones del Cardinal Antonelli al final de la XX Asamblea Plenaria