En el Pontificio Consejo para la Familia ha tenido lugar, ayer, 9 de abril, el encuentro del Presidente, mons. Vincenzo Paglia, con el Consejo de las Iglesias Evangélicas de Alemania.
El Presidente de las Iglesias Evangélicas, el Pastor Nikolaus Schneider, ha recordado con emoción el anterior encuentro que tuvo con mons. Paglia, en 2005, cuando vino a traer la carta, escrita poco antes de morir, en la cárcel de Berlín, del campesino católico austríaco Franz Jägerstätter, mártir del nazismo, en 1943. La reliquia de la víctima del Holocausto fue depositadaa en la basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina, durante una ceremonia en la que participaron todos los obispos austríacos. Franz Jägerstätter, beatificado en 2007, es un ejemplo de heroísmo de la fe y del amor conyugal. Se había negado a servir en el ejército de Hitler para no cometer actos contrarios a la dignidad humana y a los valores cristianos y había encontrado en la fe de la mujer, Franziska, la fuerza para afrontar la muerte. Al capellán de la cárcel que había asistido al martirio, Franziska le escribió: «He perdido un buen marido y un buen padre. Nuestro matrimonio era de los más felices de la comunidad parroquial».
 
En el coloquio, se ha hablado de la importancia de la familia y de sus valores fundamentales, de amor, solidaridad, fidelidad, educación, como recursos del patrimonio cristiano para la sociedad contemporánea y, sobre todo, para la Europa en crisis. «Las familias tradicionales − ha dicho mons. Paglia − están salvando el tejido social y son el último baluarte en el drama económico de nuestro tiempo».
Durante el encuentro se ha hablado también de las diferencias doctrinales sobre el matrimonio, pero con la convicción compartida de que prevalecen los elementos de comunión por encima de las diferencias. En representación del Dicasterio, estaba presente, con mons. Paglia, don Riccardo Mensuali.