"Hoy, por desgracia, la familia necesita ser protegida de los ataques insidiosos, de programas contrarios a todo lo que consideramos verdadero y sagrado , de todo lo que en nuestra cultura es lo más noble y hermoso". Estas fueron las palabras con las que el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, comentó, en los micrófonos de Radio Vaticana, la homilía pronunciada hace unos días por el Papa Francisco en la Misa en Manila.
El purpurado hizo un llamamiento a la política, ya que "es la que dirige, no debe ser influenciada por las ideologías, por comportamientos o grupos que ejercen presión desde un punto de vista económico. Yo diría que ésta debe mirar por el bien de la persona y el bien de la sociedad. Obviamente se parte de principios, consideraciones y opiniones diferentes. Creo que la familia como tal es una institución fundamental, básica".
Al llamado pronunciado por el Papa, según el secretario general del Sínodo de los Obispos, se debe responder con valentía, siendo conscientes de la "presión ejercida por las organismos internacionales sobre ciertas cuestiones que también afectan a la natalidad o al desarrollo“ y presiones “que vienen de grupos ideológicos del poder intelectual o del poder por el poder. Por lo tanto, se necesita que todo sea sacado a la luz. El Papa habló claramente: tenemos que presentar el Evangelio a la familia, la belleza, los valores de la propia familia, que son valores objetivos no sólo porque son los valores indicados por una fe. Así que aquí hemos de tener el coraje de ser ante todo sinceros, mirando hacia la meta, y que esta meta - concluyó -sea el bien de la persona y de la comunidad".