"Después de todo, nuestra vida está en constante contacto con el plan universal de Dios. Así que no sabemos lo que pasará. Vemos así el Sínodo: un camino para recorrer juntos y no un parlamento, ya que pasa a través del consenso del Espíritu ". Así respondía el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, entrevistado por Zenit en el marco del Congreso Internacional de movimientos, grupos y asociaciones de familia y vida, que se celebró en Roma en los últimos días. "Si puede haber defectos tales como el arribismo o el egoísmo, - continúa - la meta de un cristiano y de un padre sinodal es llegar a la comunión y al consenso y dar una respuesta positiva a los problemas y cuestiones de hoy en día."
En otra entrevista, monseñor Renzo Bonetti, presidente de la Fundación "Famiglia dono grande" y consultor del Pontificio Consejo para la Familia, habló sobre la información filtrada por los medios de comunicación, que a menudo se centran en cuestiones particulares, reduciendo la amplitud del Sínodo a un solo tema, como por ejemplo el de los separados vueltos a casar. "Esto es una realidad, y he visto a personas que corren el riesgo de razonar en base a las informacioes de los medios de comunicación, y no de acuerdo a las indicaciones del Espíritu. Nos falta la fuerza de la comunicación directa con la gente. Cuando la relatio final dice que la indisolubilidad es un don, esta expresión debería ser suficiente para entender que la indisolubilidad no es sólo un contenedor que se necesita para estar juntos, sino un camino de santidad ".